martes, 22 de julio de 2008

Cuando las historias se cruzan

Usualmente yo detesto ser despertada a mitad de la noche y cuando eso sucedía lo primero que hacía era renegar antes de acudir a un llamado o de contestar el teléfono con su chillido incesante. Muchas veces después de ser abruptamente arrancada del país de los sueños me he quedado viendo mis cuatro paredes o escuchando el “tic tac” del reloj; fácilmente podía pasarme mucho tiempo antes de poder volver a dormir. Y de repente sucedió, una llamada me despertó a mitad de mi confortable sueño… le contesté con mi voz de engreía, hablamos un buen rato y me quede sonriendo pensando en lo agradable que era hablar con él. Me volví para acomodar mi cabeza en otro lado y me dormí plácidamente. Es increíble como cuando alguien realmente te interesa, muchas veces cambia tus hábitos y tu manera de actuar.

Yo misma me sonreí y dije “ya estas frita” … el tiempo me dio la razón. Si no nada de lo ocurrido aquel bendito 17 se habría dado. Analizando la situación, esta historia realmente inició aquel día?, es suficiente unas copitas de Tekila para saber que alguien esta transformando tus días? A mi parecer no… creo simplemente que esta historia ya se fue escribiendo poco a poco desde hacía tiempo atrás. Cuando exactamente, no lo sé, quizás mucho antes de aquellas noches en las cuales podía pasarme horas al teléfono hablando con él y al día siguiente no poder ni querer levantarme.

Sería cuestión de ponerme a pensar un poco y no sólo en el presente. Aunque, alguien una vez me dijo: “ya no pienses tanto en como paso, piensa en que sucedió y vive el presente y guarda un poco para el futuro”. Quedará de tarea para esta noche y consultarlo una vez más con mi almohada.

Se que en algún lugar de Lima tu también habrás dedicado unos minutos para pensar en mi. Se que también has pensado en por qué si soy tan dormilona no te he mandado a rodar a mitad de la noche y sé también que te has respondido, por que las razones las sabes y de sobra.

No hay comentarios: