martes, 26 de agosto de 2008

En el olvido

Ella miraba casi por inercia la ventana de la que ahora era su habitación. Podía ver claramente como el sol llegaba casi hasta la mitad de la habitación como queriendo extenderle sus ardientes brazos. Temerosa se incorporó sobre sus blancos, delgados y débiles pies. A cada paso que daba parecía que flotaba ligeramente, quería llegar a la ventana; esa había sido su rutina desde hace ya muchos días.

Parecía como si llegando a la ventana y observando el apacible paisaje podría recordar aunque sea sólo pasajes de una vida pasada; pero sólo era la ilusión, la esperanza de que eso sucediera. El la observaba pero parecía ser casi invisible ente los ojos de aquella extraña princesa encantada, no sabía que hacer para despertarla de su trance, la desesperación, como el goteo incesante de una cañería carcomía muchas veces su alma.

Cada tarde después del trabajo él caminaba lentamente como tratando de encontrar una respuesta a sus interminables cuestionarios, a veces se quedaba viendo una florería y decidía llevarle un ramo de alguna flor, no importa que no sea su favorita sólo quería alegrarla por un instante o dos. Para su pesar, todo era en vano, no parecía ni siquiera inmutarla la hermosura de las flores, no la conmovía acaso que aquel apuesto caballero la fuera a visitar casi todos los días?, ¿qué pasaría si no fuera a visitarla más?... las preguntas fluían como sabia de los árboles para caer y consumirse en algún instante.

La niña seguía parada mirando como quien se perdió en el tiempo, como recordando algo. Quizás ella estaba realmente intentando eso, recordar quien era él y que hacía ella en ese espacio adoptado como suyo. Por primera vez el joven decidió ir hacia la doncella, acariciar suavemente sus cabellos y besar sus frías y delicadas manos; por un momento le pareció que ella cambió el enfoque de sus luceros perdidos, ya no miraba la ventana, ahora lo miraba de frente, sus ojos se clavaron en los de él.

Para aquel mozuelo de ojos claros fue una emoción muy grande haber visto a la pequeña damisela mirarlo, parecía que por fin despertaría aunque sea un poco, pero inesperadamente ella comenzó a gritar y alejarse furiosa como quien ha sido herida de muerte.

El muchacho tuvo que irse, no quería importunarla más, había tenido suficientes emociones por ese día pensó, ya mañana será otro día, con suerte no recordará nada de lo sucedido y seguirá perdida en su nuevo mundo que se niega abandonar.

El último timbrado

Justo al cerrarse por fin la puerta un hilo de lágrima corría nuevamente por sus ya húmedas mejillas pensando que el gran amor de su vida ya no lo era más, pensar que todo lo que había soñado no eran otra cosa que bellos sueños y Daniela sabía bien que los sueños no se cumplían, que eso era sólo en los cuentos de hadas que leía de niña.

Ese día hubiera sido perfecto, Daniela estaba feliz de saber que horas más tarde vería al dueño de su corazón; cuando por fin sonó el timbre y corrió para abrirle las puertas de su hogar creyó desconocer al hombre que entro por aquella puerta, era su cara...si, claro que si, pero su comportamiento frío casi congelante y la culpabilidad en su rostro, hicieron una línea más en su ya dañado corazón, una vez más todo el amor que ella sentía fue menguando. No entendía como era posible que aquel ser una vez extraordinario no se diera cuenta que estaba matando el amor que ella le entregaba tan pura y tiernamente.

Una vez más Daniela se sentó en su viejo escritorio de madera fijando su mirada en un cuadro que alguna vez su amado le había regalado, no podía creer que fuera ella la que tomaría tan drástica decisión y estaba segura que tampoco Gonzalo esperaba eso; jamás hubiera imaginado por su soberbia cabeza que Daniela podía mandar todo por la borda. La presión que sentía por no saber que pasaría luego era desesperante y agobiante, eran miles de espinas clavándose en sus pies y mientras ella intentaba sacarlos uno a uno, se encontraba con más y más hasta hacerla desistir de su intento. Ohh Dios!!! fue tanto el tiempo que pasaron juntos, fue demasiado el tiempo que habían vivido y compartido el uno junto al otro.

Inmersa en pensamientos futuros y antiguos recuerdos, no escuchó el teléfono que se desesperaba por hacerse escuchar. Por fin cuando dejo su incesante y desesperante ruidito ella despertó de su viaje a otra galaxia para oír que tenía un mensaje en su casilla de voz, por inercia cogió el frío teléfono y pudo escuchar una voz que con mimos le deseaba una feliz noche y recordándole que mañana en la noche iría a recogerla del trabajo.

Por un momento esa llamada hizo desistir a Daniela de su ya tomada decisión, pensó que todavía había mucho del amor que Gonzalo había sembrado en ella, pero viendo su rostro húmedo y cansado en el marco plateado del cuadro, cambió nuevamente de parecer; ya no podía seguir siendo la que aguarda, no podía simplemente esperar a que el voluble carácter de Gonzalo arrasará con todo lo bello que Daniela aún tenía dentro.

Desde que se conocieron e iniciaron su larga historia no siempre había sido así, ya después de mucho tiempo las cosas cambiaron y Daniela pudo darse cuenta y tomar la determinación de prescindir de aquel hombre para continuar por su incierto camino. Ya no más pensó ella y lloró por última vez su destino, cogió el teléfono, marcó lentamente su número, timbró, timbró..., no encontró respuesta y colgó..., no quiso intentarlo nuevamente, sólo cogió su maleta de mano con todo lo necesario y salió sin rumbo definido dejando atrás a una vida casi en ruinas.

miércoles, 20 de agosto de 2008

19:24

Después de una caminata involuntaria debido a que el autobús los había dejado bastante lejos de su paradero, Sebastián sugirió sentarse y descansar. Gabriella lo miró sonriente y placenteramente desafiante dijo que ella no estaba cansada y podía seguir caminando mucho más; Sebastián la miro de soslayo admitiendo que era un flojo pero accedió a seguir caminando.

Acordaron seguir la ruta que permitía ver la inmensidad del océano donde la vista se perdía a la lejanía. La paz del lugar pronto se había apoderado de Gabriella y mientras sonreía oprimía tiernamente las manos de Sebastián.

Después de haber caminado unos 15 minutos más, Gabriella propuso preguntar por la calle que buscaban sólo para asegurarse de que no estaban perdidos. Felizmente habían estado siguiendo el camino correcto. Ambos caminaban bromeándose de cuando en cuando. Algunas veces Gabriella fingía haberse molestado para que Sebastián la engriera un poco, no siempre obtenía el resultado deseado, pero no perdía nada con intentarlo.

Llegaron a la dirección indicada, dejaron unos documentos que tenían por encargo y se dirigieron a casa de Gabriella. En el camino cambiaron su ruta hacia uno de los parques, ambos tenían una conversación pendiente y lo mejor era hacerlo en un lugar tranquilo.

La noche era fresca y el ambiente despejado, rodeado de árboles y el agua que corría cerca de ellos creaba un ambiente propicio para que Gabriella apoyara su cabeza en el pecho de Sebastián. La luna esa noche se había asomado en todo su esplendor dejando ver su brillante palidez a través de las nubes que intentaban opacarla cada cierto tiempo.

Después de una corta pero importante conversación, Sebastián miró a los ojos de Gabriella y pronunció aquellas palabras que ella había estado esperando durante ya algún tiempo atrás. “Quieres ser mi enamorada?”. Los ojos de Gabriella sólo atinaron a brillar más, ese brillo que sólo se puede observar en una persona enamorada, y sin decir palabra alguna juntó sus labios a los de Sebastián plasmándolo en un apasionado beso, luego llena de alegría le sonrió ampliamente y contestó con un “Me encantaría”.

Se abrazaron fuertemente, se dijeron muchas veces cuanto se querían antes de despedirse y luego ambos se dirigieron a sus respectivos hogares. Gabriella caminó lentamente por entre los viejos árboles y a medio sonreír seguía repasando todo lo sucedido, pensaba en las palabras de Sebastián, en sus manos, en sus ojos y necesitaba que alguien la zarandeara un poco para saber si todo era un maravilloso sueño o finalmente se había tornado en realidad.

Un mensaje y la voz de Sebastián al otro lado del teléfono le confirmaron que todo era cierto, que Sebastián y ella por fin estaban juntos. Esa noche Gabriella soñó como siempre en él, esa noche Gabriella voló en sus sueños y dejo su alma junto a su amado Sebastián, esa noche, una historia iniciada en algún lugar del tiempo había permitido que sus caminos no sólo se crucen si no que por fin se vuelvan uno.

domingo, 10 de agosto de 2008

Mi angel guardian

Hoy descubrí que mi madre es más maravillosa de lo que pensé. Hace unas horas una persona quién debería ser muy grata para mi llamó a importunarla, mi madre respondió muy cordialmente y tuvo que escuchar una serie de calificativos nada gratos hacia mi persona. En un impulso estuvo a punto de cortarle el teléfono, pero con lo educada y delicada que es, no lo hizo y se limitó a contestarle sólo ciertas cosas. Cuanto me enteré de la situación, lo primero que hice fue llamarla y mi madre con toda la dulzura que le caracteriza, sólo me dijo “ay hijita, me han malogrado la noche, pero no te preocupes ya en la casa hablamos con tranquilidad”.

El tono de su voz me tranquilizó y me preocupó al mismo tiempo. Me quedé trabajando en mi computadora en algunos cuadros que tenía pendiente por el simple hecho de mantenerme ocupada, pero la espere con impaciencia. Cuando llegó preparó la cena y nos llamó a todos a cenar. Yo esperé minuto tras minuto que me dijera algo pero no lo hizo. Y tuvimos una cena agradable y tranquila.

Cuando subí a mi habitación mi madre me contó parte de la conversación sostenida, digo parte por que según me dijo ella “mi educación no me permite repetir la serie de cosas que me ha dicho” y se limitó a resumirlo en lo más importante. Al inicio muy dolida y con los ojos brillantes pero luego tornó su voz en más firme y dulce.

Yo respondí lo que tenía que responder y las cosas que pensaba en aquel momento. Mi madre al final me dijo “Tu eres una persona muy valiosa, talentosa, maravillosa e inteligente” yo le sonreí y afirmé con la cabeza. Esta noche mi madre me dijo muchas cosas que resultaron una lección valiosa de amor y comprensión.

Debo admitir que mi madre es mi Ángel Guardián y ruego a Dios que al llegar a su edad tenga aquella sabiduría, amor, paciencia, delicadeza, inteligencia y tacto para criar a mis hijos. Hoy mi madre me demostró una vez más lo incomparable, asombrosa y extraordinaria que es.

No tengo nada más que decir “Gracias madre mía por ser como eres y por cuidar de tus hijos con amor y comprensión, gracias por enseñarnos que un grito no resuelve nada, gracias por recordarnos día a día lo valiosos que somos para ti y cuanto confías en nosotros a pesar de todo… te amo madre mía”

martes, 5 de agosto de 2008

Entre dudas y certezas

Nota del autor:
Una carta escrita a Sebastián hace algún tiempo atras antes de que muchas cosas ocurran... la situación actual es diferente, en su momento esta carta tuvo un gran significado para ambas partes... ahora tiene otro signficado dada la situación actual.
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Es un poco mas de las 12 de la noche y el sueño me ha abandonado … Morfeo se ha alejado hoy y el silencio de la noche se mofa de mi con su risa sarcástica….

Aún mantengo mis puertas abiertas mientras siento que el frío va colándose inevitablemente en estas paredes a la cual llamo habitación. Mi cama todavía tendida no me invita a sumergirme en ella.

Mis pensamientos repasan una y otra vez las mismas escenas pasadas durante estas últimas semanas, mi entendimiento no logra captar todas las respuestas que desearía. El tiempo sólo pasa y no hay manera de retrocederlo y si podría tampoco sé si lo haría…

Llevo tu sonrisa, tus besos en mis labios, tus manos junto a las mías y mi mente está ahora pensando en nada más que un hombre y acario tu nombre en el aire como aferrándome a el, como deseando abrazarte para siempre… siento tu mirada en la mía; y mis pensamientos se vuelven más tuyos que míos. Mis minutos y mis horas te las he regalado como un tesoro preciado.

El reloj sigue avanzando y mi mente sigue divagando…¿Cómo se hace uno a un lado cuando se ha avanzado demasiado?… ¿Cómo se tira por la borda todo lo que uno siente ahora?, si me hago a un lado, sufriré y llorare lágrimas tan amargas como la hiel … si sigo en el camino, es correr un riesgo muy grande dónde al final es muy posible que termine sufriendo y llorando lágrimas amargas como la hiel… y si, al final sólo lloro de felicidad? … no creo en los “happy endings” … no he conocido ninguno … los cuentos de hadas de “Había una vez…. y vivieron felices por siempre” son sólo eso, historias que nos cuentan de niños haciéndonos creer insaciablemente en que ello pasará.

Quizás la única culpable de todo lo que estoy pasando sea simple y sencillamente yo… me tocará llorar al final de la historia? … Alguien una vez me dijo, uno no pierde lo que nunca fue de uno… yo te siento muy pegado a mi, a mi esencia; sin embargo,… tengo miedo y a veces no quiero avanzar por miedo a tropezar y caer….

He intentado sin éxito alejar mis pasos que muchas veces vacilantes y otras tantas seguros caminan hacia a ti atraídos como por imanes… todos mis caminos me llevan a ti como si no existiera una ruta alterna, como permitiéndome mágicamente que todo esto ocurra.

Cronos no se detiene y ya ha pasado cerca de una hora desde que me puse a escribir esta carta?... nota?... y siento la duda de enviarte o no lo que estoy plasmando en esta hoja fría y ficticia, después de todo no he escrito nada que no te haya dicho antes.

Te confesé tímidamente que me estoy enamorando irrevocablemente de ti… recuerdo en algún momento me pediste que no lo hiciera. Ya no hay vuelta que darle, esto no tiene reversa, no es un coche al que se puede retroceder y colocar justo donde queremos… ya estoy en medio de algo que hace mucho no sentía por nadie … wow, casi había olvidado lo que se sentía, lo que era…

Puedo sentir el palpitar de mi corazón al tan sólo escuchar la melodía de tu voz, puedo verte en mis sueños y sentir que eres mi compañero, tanto que hasta Morfeo ha decidido encargarte mis sueños por que sabe que competir contigo no es posible, prefiere tenerte como aliado y no perder a su gran amor.

Tu has llegado a complementar mi vida, a ponerle un brillo especial a mis días y un gota de miel a mis noches. Cuan placenteras son tus caricias, cuan hipnóticos tus besos y cuan apacibles son tus abrazos. No me gustaría que me faltaran nunca, más sé que no depende de mi y mis deseos. Paciencia me digo y al principio mis sentidos captan la idea pero de pronto enloquecen y mis ganas de tenerte para mi se hacen mayores. Paciencia me repito y mis palabras tocan hondo dándome fuerzas y convenciéndome de arriesgarlo el todo por el todo…

Mi espíritu salvaje de leona indomable me precede y afila sus garras y abre sus fauces amenazantes ante el peligro de perder algo que siente que es suyo… y con un rugido feroz intenta intimidar y marcar su territorio, mas cuando tu te vas acercando, retrae sus garras y sus facciones salvajes cambian a la de una felina inofensiva y vulnerable.

Nuevamente en mi pensamientos recorren las palabras arriesgarlo el todo por el todo … será suficiente si sólo viene de un lado? Y nuevamente las preguntas van rondando mis no tan claras ideas, obligándome a regresar al principio de la historia y convenciéndome de nuevo que cada día me vuelvo más tuya … y más a tu merced y a la espera de tus palabras finales que me darán la vida o me quitaran el último aliento que se irá al pronunciar tu nombre “Sebastián mi amor”

Son ya casi las dos de la mañana y siento una ganas incontrolables de estar a tu lado. Acabo de escuchar tu voz al otro lado del teléfono y un escalofriante miedo ha recorrido mi cuerpo, erizando mis vellos ante tu confesión. Siento tanto miedo de mañana despertar y no tenerte, siento tanto miedo de que esta historia llegue a su fin ….he quedado desprotegida en medio de una tormenta de nieve, cuyo frío me cala hasta los huesos… he quedado impaciente de saber que has concluido de todo esto…

Dispuesta a escucharte, dispuesta a entender todo lo que me tengas que decir… dispuesta a aceptar o enfrentarme a lo que venga… dispuesta a asumir mis responsabilidades …dispuesta a esperar, dispuesta a hacer lo que sea necesario …dispuesta a renunciar si me lo pides, dispuesta a aprender a amarte.

sábado, 2 de agosto de 2008

Buenos días mi amor!!!

Sus ojos se cruzaron aquella noche y sus perfumes se habían vuelto uno sólo. Gabriella intentaba esquivar los ojos de su amado en un vano intento por evadir su deseo. Los minutos transcurrían tan sonoramente como el palpitar de sus corazones.

Sebastián se acercó a sus labios, besándola tiernamente y volcándose en un beso apasionado que la encendía hasta convertirla en una fierecilla indomable. Despertando hasta sus más salvajes deseos y su más profunda pasión.

Sus manos aprisionaban la cintura de Gabriella, mientras ella había encontrado la desnudez de la espalda de su amado, tan cálida, tan anhelada. Sebastián subió sus manos lentamente hasta los pechos de Gabriella, quién tímidamente las aparto desconcertando a su amado.

Gabriella lentamente había despojado a su amado de sus prendas y el deseo por entregarse a él había aumentado. Ya no se negó a una caricia de Sebastián, dejando que desnudara hasta su alma. Sus alientos se entrecruzaban y el calor de sus cuerpos hacía hervir hasta la sangre de sus venas.

Sebastián susurraba hasta sus más profundos sentimientos al oído de Gabriella, quién sólo acariciaba cada centímetro de la tersa piel de Sebastián. Ella había cedido su más íntimo espacio, lo único que Sebastián aún no había tenido de ella.

Pasaban los segundos entre la pasión, entre profundos e interminables besos, dónde sus agitadas respiraciones y el calor de sus cuerpos habían empañado los vidrios de la habitación. Sus manos entrelazadas con fuerza, un te quiero más, las uñas de Gabriella clavándose en la piel de Sebastián y luego el silencio y la calma.

El amanecer los encontró abrazados tiernamente, acurrucados entre las sábanas, durmiendo con una pequeña sonrisa y respirando tan pausadamente. Una mañana más en sus vidas, un día más para compartir sus caminos, sus besos, sus caricias y por que no, sus deseos.

Buena suerte señor Gorsky!!!

Cuando el astronauta del Apolo Neil Armstrong pisó por primera vez la luna, no sólo dijo su famosa frase, "Un pequeño paso para el hombre, un enorme salto para la humanidad", sino que después hizo varios comentarios, los usuales de comunicación entre él, los otros astronautas y el centro de control. Sin embargo, justo al volver a la cápsula dijo algo enigmático:

- Buena suerte, señor Gorsky.

Mucha gente de la NASA pensó que sería un comentario casual acerca de algún cosmonauta soviético rival. Sin embargo, tras comprobarlo, no se encontró ningun Gorsky en ningún programa espacial, ni ruso ni norteamericano. A lo largo de los años, mucha gente interrogó a Armstrong acerca del significado de su comentario "Buena suerte, señor Gorsky", pero Armstrong se limitaba a sonreír siempre, sin decir nada.

Pero hace algunos años (el 5 de julio de 1995 en Tampa Bay, Florida), mientras respondía preguntas tras un discurso, un periodista sacó a relucir la famosa pregunta de 26 años de antigüedad. Esta vez por fin respondió. Mr. Gorsky había muerto, por lo que Neil Armstrong sentía que podía dar solución a la pregunta.

Cuando era un niño, estaba jugando al beisbol en el patio trasero con un amigo. Éste golpeo una bola con fuerza y la hizo aterrizar enfrente de la ventana del dormitorio de sus vecinos. Éstos eran el señor y la señora Gorsky.

Cuando Neil se inclinaba a recoger la pelota, oyó a la señora Gorsky gritándole al señor Gorsky:

- ¡¿Sexo?! ¡¿Quieres sexo?! ¡Tendrás sexo cuando el chico del vecino se pasee por la luna!
Dicen que es una historia verdadera…

viernes, 1 de agosto de 2008

Un obsequio para el alma

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...


Walt Whitman