jueves, 18 de agosto de 2011

Frasquito de Tiempo

Siempre es el tiempo, tiempo para comer, tiempo para dormir, tiempo para cambiarse de ropa, tiempo para bañarse, tiempo para salir, tiempo para mirar… y últimamente tiempo hasta para respirar.
Antes solo despertábamos y el tiempo era parte del día en el que aparecía la luz y luego la noche se la llevaba consigo para que también descanse un poco hasta el día siguiente que llegaba nuevamente. Ahora, con tanta cosa que hacer, con tanta “modernidad” tiempo es lo más nos falta y es algo que no se pude pedir en una bodega “necesito una botella de aceite, un paquete de galletas, un litro de leche en cajita y uhmm…un frasco mediano de tiempo – listo aquí tiene” pagas y te vas feliz a casa a disfrutar de tu compra y de tu frasco de tiempo.
Suponiendo que el tiempo pudiera comprarse, imagino que a estas alturas en la que hay tanta demanda de “frascos grandes de tiempo” saldría caro comprar aunque sea una botella pequeña, solo algunos se podrían beneficiar y para ahorrar “tiempo” nos acercaríamos al fast food y con el combo del almuerzo, se pediría una porción de tiempo para disfrutar de nuestra comida.
Los tiempos empaquetados nos ayudarían mucho cuando tenemos que hacer las filas para que nos atiendan en el área de Atención al Cliente, que por cierto es la peor atención que he visto en mi vida, pero eso es tema para otra larga conversación. Podríamos llegar y si no nos atienden en 30 minutos, así como las pizzas, te devuelven tu tiempo en una novedosa presentación.
Con lo costoso que se está volviendo este producto de seguro que ninguna compañía se arriesgaría con las demoras burocráticas de algunos establecimientos, por no decir de casi todos.
Por ahora no nos queda más que alargar al máximo nuestro tiempo,… hasta encontrar esos frasquitos maravillosos llenos de ese precioso producto y poder hacer algunas cosas en simultaneo para que nos quede tiempo para disfrutar de algunos otros placeres personales.